


3 jul 2025
Anunciante, deja de confundir el gaming con el marketing de influencers.
Más allá de colaborar con gamers: cómo las marcas escriben su permanencia utilizando el poder de los videojuegos.
Ecos del Mañana
Gaming
Influencer Marketing
La percepción actual
En el dinámico panorama del marketing, las percepciones pueden solidificarse rápidamente, a menudo sin el respaldo de un análisis riguroso.
Una de estas narrativas intuitivas que ha ganado varios adeptos recientemente sugiere que el sector del gaming está en declive, que su apogeo —impulsado sobre todo por la pandemia— ha pasado y que los consumidores anhelan exclusivamente conexiones físicas.
Algunos anunciantes, actuando sobre esta premisa, han comenzado a "bajarse del carro", considerando el gaming como una moda pasajera.
Esta visión, sin embargo, no sólo es incorrecta, sino estratégicamente peligrosa.
La realidad, respaldada por datos contundentes, pinta un cuadro radicalmente diferente: el ecosistema del videojuego no solo goza de una salud robusta, sino que está en plena expansión y, lo más importante, en una profunda transformación demográfica que las marcas ignoran bajo su propio riesgo.
El sector en España alcanzó una facturación récord de 2.408 millones de euros en 2024, lo que representa un crecimiento del 3% con respecto al año anterior según el AEVI (Asociación Española del Videojuego)

La revolución demográfica que cambia las reglas del juego
La revolución demográfica que cambia las reglas del juego
Pero más allá de las cifras económicas, la transformación más profunda y estratégicamente relevante es la demográfica.
El número de jugadores en España ha alcanzado la cifra récord de 22 millones, lo que significa que casi la mitad de la población española (45%) juega a videojuegos.
La cifra más revolucionaria, la que debería obligar a reescribir todos los manuales de marketing de gaming, es esta: por primera vez en la historia, en 2024, las mujeres representan la mayoría de los jugadores en España, con un 50,45% del total.
Este cambio no es una anomalía, sino la culminación de una tendencia constante. Ya en 2023, la paridad era casi total, con un 49% de jugadoras. Este hecho desmantela por completo el arquetipo obsoleto del gamer como un adolescente masculino encerrado en su habitación.
¿Y entonces, por qué cada vez son menos las marcas que invierten en publicidad en el gaming?


Aquí va nuestra teoría
Aquí va nuestra teoría
Creemos firmemente que esta percepción errónea viene dada por la tendencia de muchos profesionales del marketing de utilizar Twitch y los influencers gaming como barómetros para medir la salud del gaming.
Y precisamente por este motivo, muchas marcas fracasan en sus intentos de utilizar el gaming como soporte publicitario. Gran parte de los anunciantes piensan que están apostando por el gaming cuando en realidad se limitan a hacer marketing de influencers.
El motivo es evidente: es más sencillo y rápido firmar un cheque para un streamer que negociar una integración nativa y compleja con un desarrollador de videojuegos. Esta ruta de menor resistencia ha creado un "océano rojo" de marketing de influencers, donde las marcas compiten ferozmente por el mismo segmento demográfico, mientras que el "océano azul" de los 22 millones de jugadores en España —con su diversidad de géneros, edades y preferencias— permanece inexplorado para la mayoría.
El marketing en el gaming no debería basarse en alquilar la audiencia de un creador por unas horas, sino en convertirse en una parte auténtica y persistente del universo digital donde vive la audiencia total.
Para una marca, la diferencia es fundamental: una es una campaña; la otra es la construcción de una presencia cultural.

Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.

La psicología de la inmersión
La psicología de la inmersión
¿Por qué le vemos tanto potencial a este formato?
A diferencia de la publicidad en redes sociales o televisión, donde el usuario es un espectador pasivo, en los videojuegos el jugador está concentrado e inmerso en la experiencia que está viviendo. Su atención está completamente absorbida por la narrativa. La publicidad que interrumpe este estado (como lo haría un pop-up) genera rechazo.
Sin embargo, la publicidad que se integra de forma nativa y coherente con el mundo del videojuego no solo es aceptada, sino que puede incluso mejorar la experiencia al aumentar el realismo.
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
El product placement más inteligente no vende productos, vende permanencia.
Cuando Coca-Cola apareció en Blade Runner (1982), no buscaba vender refrescos en los años 80, sino asegurar que en nuestra imaginación colectiva del futuro, su marca seguiría existiendo.
Décadas después, los videojuegos han heredado y superado este poder de construir futuros.

El videojuego Cyberpunk 2077 imagina un 2077 distópico donde las corporaciones gobiernan el mundo y la tecnología se ha fusionado con la genética humana. En este futuro de robotaxis y modificaciones corporales extremas, hay un objeto que permanece inalterado: el Porsche 911. Su silueta icónica sobrevive a décadas de revolución tecnológica y, además, es el coche de Johnny Silverhand (Keanu Reeves), uno de los personajes más carismáticos del juego.
El mensaje de Porsche con esta colaboración nos indica que mientras todo cambia, su diseño es eterno.

Death Stranding aplica esta misma lógica de forma más sutil pero inteligente.
En un mundo postapocalíptico donde la humanidad vive aislada, Monster Energy no es sólo decoración de fondo: las latas funcionan como ítem de recuperación de resistencia que el protagonista consume durante las misiones para recargar energía.
Esta mecánica refuerza directamente la asociación entre el producto y su beneficio en la mente del jugador de manera mucho más efectiva que cualquier anuncio tradicional. Coincidiendo con el lanzamiento, esta integración generó un impulso positivo en las acciones de la marca.

Y aquí viene lo fascinante de Death Stranding: es literalmente un juego sobre un repartidor que cruza los Estados Unidos entregando paquetes.
Todo el gameplay gira en torno a la logística, el transporte de mercancías y superar obstáculos para hacer las entregas.
¿En serio nadie en Glovo, Uber Eats o Amazon ha visto esta oportunidad?
Mientras estas marcas luchan por centímetros de cuota de mercado en el presente, podrían estar construyendo su presencia en el futuro imaginado de una generación entera.


Los videojuegos no solo entretienen: definen cómo una generación imagina el mañana.
Y las marcas que lo entienden están escribiendo su lugar en ese futuro.
En Mañana Nunca Sabes ayudamos a las marcas a construir su presencia en el mañana que los videojuegos están definiendo hoy.
Si estás interesado en este tipo de activaciones, no dudes en contactarnos contacto@manananuncasabes.com
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.


3 jul 2025
Anunciante, deja de confundir el gaming con el marketing de influencers.
Más allá de colaborar con gamers: cómo las marcas escriben su permanencia utilizando el poder de los videojuegos.
Ecos del Mañana
Gaming
Influencer Marketing
La percepción actual
En el dinámico panorama del marketing, las percepciones pueden solidificarse rápidamente, a menudo sin el respaldo de un análisis riguroso.
Una de estas narrativas intuitivas que ha ganado varios adeptos recientemente sugiere que el sector del gaming está en declive, que su apogeo —impulsado sobre todo por la pandemia— ha pasado y que los consumidores anhelan exclusivamente conexiones físicas.
Algunos anunciantes, actuando sobre esta premisa, han comenzado a "bajarse del carro", considerando el gaming como una moda pasajera.
Esta visión, sin embargo, no sólo es incorrecta, sino estratégicamente peligrosa.
La realidad, respaldada por datos contundentes, pinta un cuadro radicalmente diferente: el ecosistema del videojuego no solo goza de una salud robusta, sino que está en plena expansión y, lo más importante, en una profunda transformación demográfica que las marcas ignoran bajo su propio riesgo.
El sector en España alcanzó una facturación récord de 2.408 millones de euros en 2024, lo que representa un crecimiento del 3% con respecto al año anterior según el AEVI (Asociación Española del Videojuego)

La revolución demográfica que cambia las reglas del juego
Pero más allá de las cifras económicas, la transformación más profunda y estratégicamente relevante es la demográfica.
El número de jugadores en España ha alcanzado la cifra récord de 22 millones, lo que significa que casi la mitad de la población española (45%) juega a videojuegos.
La cifra más revolucionaria, la que debería obligar a reescribir todos los manuales de marketing de gaming, es esta: por primera vez en la historia, en 2024, las mujeres representan la mayoría de los jugadores en España, con un 50,45% del total.
Este cambio no es una anomalía, sino la culminación de una tendencia constante. Ya en 2023, la paridad era casi total, con un 49% de jugadoras. Este hecho desmantela por completo el arquetipo obsoleto del gamer como un adolescente masculino encerrado en su habitación.
¿Y entonces, por qué cada vez son menos las marcas que invierten en publicidad en el gaming?


Aquí va nuestra teoría
Creemos firmemente que esta percepción errónea viene dada por la tendencia de muchos profesionales del marketing de utilizar Twitch y los influencers gaming como barómetros para medir la salud del gaming.
Y precisamente por este motivo, muchas marcas fracasan en sus intentos de utilizar el gaming como soporte publicitario. Gran parte de los anunciantes piensan que están apostando por el gaming cuando en realidad se limitan a hacer marketing de influencers.
El motivo es evidente: es más sencillo y rápido firmar un cheque para un streamer que negociar una integración nativa y compleja con un desarrollador de videojuegos. Esta ruta de menor resistencia ha creado un "océano rojo" de marketing de influencers, donde las marcas compiten ferozmente por el mismo segmento demográfico, mientras que el "océano azul" de los 22 millones de jugadores en España —con su diversidad de géneros, edades y preferencias— permanece inexplorado para la mayoría.
El marketing en el gaming no debería basarse en alquilar la audiencia de un creador por unas horas, sino en convertirse en una parte auténtica y persistente del universo digital donde vive la audiencia total.
Para una marca, la diferencia es fundamental: una es una campaña; la otra es la construcción de una presencia cultural.

Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.

La psicología de la inmersión
¿Por qué le vemos tanto potencial a este formato?
A diferencia de la publicidad en redes sociales o televisión, donde el usuario es un espectador pasivo, en los videojuegos el jugador está concentrado e inmerso en la experiencia que está viviendo. Su atención está completamente absorbida por la narrativa. La publicidad que interrumpe este estado (como lo haría un pop-up) genera rechazo.
Sin embargo, la publicidad que se integra de forma nativa y coherente con el mundo del videojuego no solo es aceptada, sino que puede incluso mejorar la experiencia al aumentar el realismo.
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
El product placement más inteligente no vende productos, vende permanencia.
Cuando Coca-Cola apareció en Blade Runner (1982), no buscaba vender refrescos en los años 80, sino asegurar que en nuestra imaginación colectiva del futuro, su marca seguiría existiendo.
Décadas después, los videojuegos han heredado y superado este poder de construir futuros.

El videojuego Cyberpunk 2077 imagina un 2077 distópico donde las corporaciones gobiernan el mundo y la tecnología se ha fusionado con la genética humana. En este futuro de robotaxis y modificaciones corporales extremas, hay un objeto que permanece inalterado: el Porsche 911. Su silueta icónica sobrevive a décadas de revolución tecnológica y, además, es el coche de Johnny Silverhand (Keanu Reeves), uno de los personajes más carismáticos del juego.
El mensaje de Porsche con esta colaboración nos indica que mientras todo cambia, su diseño es eterno.

Death Stranding aplica esta misma lógica de forma más sutil pero inteligente.
En un mundo postapocalíptico donde la humanidad vive aislada, Monster Energy no es sólo decoración de fondo: las latas funcionan como ítem de recuperación de resistencia que el protagonista consume durante las misiones para recargar energía.
Esta mecánica refuerza directamente la asociación entre el producto y su beneficio en la mente del jugador de manera mucho más efectiva que cualquier anuncio tradicional. Coincidiendo con el lanzamiento, esta integración generó un impulso positivo en las acciones de la marca.

Y aquí viene lo fascinante de Death Stranding: es literalmente un juego sobre un repartidor que cruza los Estados Unidos entregando paquetes.
Todo el gameplay gira en torno a la logística, el transporte de mercancías y superar obstáculos para hacer las entregas.
¿En serio nadie en Glovo, Uber Eats o Amazon ha visto esta oportunidad?
Mientras estas marcas luchan por centímetros de cuota de mercado en el presente, podrían estar construyendo su presencia en el futuro imaginado de una generación entera.

Los videojuegos no solo entretienen: definen cómo una generación imagina el mañana.
Y las marcas que lo entienden están escribiendo su lugar en ese futuro.
En Mañana Nunca Sabes ayudamos a las marcas a construir su presencia en el mañana que los videojuegos están definiendo hoy.
Si estás interesado en este tipo de activaciones, no dudes en contactarnos contacto@manananuncasabes.com
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.


3 jul 2025
Anunciante, deja de confundir el gaming con el marketing de influencers.
Más allá de colaborar con gamers: cómo las marcas escriben su permanencia utilizando el poder de los videojuegos.
Ecos del Mañana
Gaming
Influencer Marketing
La percepción actual
En el dinámico panorama del marketing, las percepciones pueden solidificarse rápidamente, a menudo sin el respaldo de un análisis riguroso.
Una de estas narrativas intuitivas que ha ganado varios adeptos recientemente sugiere que el sector del gaming está en declive, que su apogeo —impulsado sobre todo por la pandemia— ha pasado y que los consumidores anhelan exclusivamente conexiones físicas.
Algunos anunciantes, actuando sobre esta premisa, han comenzado a "bajarse del carro", considerando el gaming como una moda pasajera.
Esta visión, sin embargo, no sólo es incorrecta, sino estratégicamente peligrosa.
La realidad, respaldada por datos contundentes, pinta un cuadro radicalmente diferente: el ecosistema del videojuego no solo goza de una salud robusta, sino que está en plena expansión y, lo más importante, en una profunda transformación demográfica que las marcas ignoran bajo su propio riesgo.
El sector en España alcanzó una facturación récord de 2.408 millones de euros en 2024, lo que representa un crecimiento del 3% con respecto al año anterior según el AEVI (Asociación Española del Videojuego)

La revolución demográfica
Pero más allá de las cifras económicas, la transformación más profunda y estratégicamente relevante es la demográfica.
El número de jugadores en España ha alcanzado la cifra récord de 22 millones, lo que significa que casi la mitad de la población española (45%) juega a videojuegos.
La cifra más revolucionaria, la que debería obligar a reescribir todos los manuales de marketing de gaming, es esta: por primera vez en la historia, en 2024, las mujeres representan la mayoría de los jugadores en España, con un 50,45% del total.
Este cambio no es una anomalía, sino la culminación de una tendencia constante. Ya en 2023, la paridad era casi total, con un 49% de jugadoras. Este hecho desmantela por completo el arquetipo obsoleto del gamer como un adolescente masculino encerrado en su habitación.
¿Y entonces, por qué cada vez son menos las marcas que invierten en publicidad en el gaming?


Aquí va nuestra teoría
Creemos firmemente que esta percepción errónea viene dada por la tendencia de muchos profesionales del marketing de utilizar Twitch y los influencers gaming como barómetros para medir la salud del gaming.
Y precisamente por este motivo, muchas marcas fracasan en sus intentos de utilizar el gaming como soporte publicitario. Gran parte de los anunciantes piensan que están apostando por el gaming cuando en realidad se limitan a hacer marketing de influencers.
El motivo es evidente: es más sencillo y rápido firmar un cheque para un streamer que negociar una integración nativa y compleja con un desarrollador de videojuegos. Esta ruta de menor resistencia ha creado un "océano rojo" de marketing de influencers, donde las marcas compiten ferozmente por el mismo segmento demográfico, mientras que el "océano azul" de los 22 millones de jugadores en España —con su diversidad de géneros, edades y preferencias— permanece inexplorado para la mayoría.
El marketing en el gaming no debería basarse en alquilar la audiencia de un creador por unas horas, sino en convertirse en una parte auténtica y persistente del universo digital donde vive la audiencia total.
Para una marca, la diferencia es fundamental: una es una campaña; la otra es la construcción de una presencia cultural.

El poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.

La psicología de la inmersión
¿Por qué le vemos tanto potencial a este formato?
A diferencia de la publicidad en redes sociales o televisión, donde el usuario es un espectador pasivo, en los videojuegos el jugador está concentrado e inmerso en la experiencia que está viviendo. Su atención está completamente absorbida por la narrativa. La publicidad que interrumpe este estado (como lo haría un pop-up) genera rechazo.
Sin embargo, la publicidad que se integra de forma nativa y coherente con el mundo del videojuego no solo es aceptada, sino que puede incluso mejorar la experiencia al aumentar el realismo.
Algunos casos de éxito
El product placement más inteligente no vende productos, vende permanencia.
Cuando Coca-Cola apareció en Blade Runner (1982), no buscaba vender refrescos en los años 80, sino asegurar que en nuestra imaginación colectiva del futuro, su marca seguiría existiendo.
Décadas después, los videojuegos han heredado y superado este poder de construir futuros.

El videojuego Cyberpunk 2077 imagina un 2077 distópico donde las corporaciones gobiernan el mundo y la tecnología se ha fusionado con la genética humana. En este futuro de robotaxis y modificaciones corporales extremas, hay un objeto que permanece inalterado: el Porsche 911. Su silueta icónica sobrevive a décadas de revolución tecnológica y, además, es el coche de Johnny Silverhand (Keanu Reeves), uno de los personajes más carismáticos del juego.
El mensaje de Porsche con esta colaboración nos indica que mientras todo cambia, su diseño es eterno.

Death Stranding aplica esta misma lógica de forma más sutil pero inteligente.
En un mundo postapocalíptico donde la humanidad vive aislada, Monster Energy no es sólo decoración de fondo: las latas funcionan como ítem de recuperación de resistencia que el protagonista consume durante las misiones para recargar energía.
Esta mecánica refuerza directamente la asociación entre el producto y su beneficio en la mente del jugador de manera mucho más efectiva que cualquier anuncio tradicional. Coincidiendo con el lanzamiento, esta integración generó un impulso positivo en las acciones de la marca.

Y aquí viene lo fascinante de Death Stranding: es literalmente un juego sobre un repartidor que cruza los Estados Unidos entregando paquetes.
Todo el gameplay gira en torno a la logística, el transporte de mercancías y superar obstáculos para hacer las entregas.
¿En serio nadie en Glovo, Uber Eats o Amazon ha visto esta oportunidad?
Mientras estas marcas luchan por centímetros de cuota de mercado en el presente, podrían estar construyendo su presencia en el futuro imaginado de una generación entera.

Los videojuegos no solo entretienen: definen cómo una generación imagina el mañana.
Y las marcas que lo entienden están escribiendo su lugar en ese futuro.
En Mañana Nunca Sabes ayudamos a las marcas a construir su presencia en el mañana que los videojuegos están definiendo hoy.
Si estás interesado en este tipo de activaciones, no dudes en contactarnos contacto@manananuncasabes.com
Casos que demuestran el poder cultural del gaming
Roblox batió récords con 30 millones de jugadores simultáneos, de los cuales 21,6 millones estaban jugando a un único título: Grow a Garden. Sí, has leído bien: más de 20 millones de personas cultivando un huerto digital al mismo tiempo. Para dimensionar esta cifra, Fortnite —que todos consideramos masivo— tiene una media de 1 millón de jugadores simultáneos, con un pico histórico de 14 millones.
El tráiler de GTA VI: 93 millones de visualizaciones en 24 horas. La canción del tráiler: 37.000% más reproducciones en Spotify y 250.000 búsquedas en Shazam al día siguiente.
Estos datos no son casuales. Son la prueba del poder de influencia cultural del gaming.
¿Qué marca no querría estar en Roblox frente a 30 millones de usuarios? ¿Qué artista no querría que su música sonará en GTA VI?
Rosalía ya lo hizo: creó una emisora completa en GTA V para el lanzamiento de Motomami. Y funcionó.